Otra noche en blanco. Esta vez, posiblemente debido al té que me hice antes de acostarme. Sea cual sea la causa, son las 3.12 aquí en Estados Unidos, y a pesar del cansancio, no puedo dormir.
Pues, entonces os hablaré de Earl ...
Hace aproximadamente dos semanas, televisión, periódicos, revistas académicas, el correo electrónico de diferentes instituciones y otros medios han alertado la población de Boston sobre la llegada de Earl.
Earl es un huracán que, al final de agosto, afectó a la zona noreste de Estados Unidos, incluyendo Boston. Nació cerca de Cabo Verde, África y, gracias a los monzones, se ha movido en diagonal a lo largo del atlántico hasta la costa yanquis.
Un ciclón tropical, en fin. Igual que otros.
Pues, entonces os hablaré de Earl ...
Hace aproximadamente dos semanas, televisión, periódicos, revistas académicas, el correo electrónico de diferentes instituciones y otros medios han alertado la población de Boston sobre la llegada de Earl.
Earl es un huracán que, al final de agosto, afectó a la zona noreste de Estados Unidos, incluyendo Boston. Nació cerca de Cabo Verde, África y, gracias a los monzones, se ha movido en diagonal a lo largo del atlántico hasta la costa yanquis.
Un ciclón tropical, en fin. Igual que otros.
Pero aquí, en esta ocasión, advirtieron a las masas con cierta antelación...
En Massachusetts lo primero que hicieron fue una conferencia de prensa organizada por la Agencia para el Manejo de las Emergencias en Massachusetts, para comunicar al público la información meteorológica más reciente.
En resumen, lo que dijeron fue: "Señoras y señores, buenas noches, interrumpimos el programa para decirles que se acerca un huracán. Esperamos fuertes vientos, nubes y lluvia... mucha lluvia "
Y claro: el pánico.
Mensajes procedentes de todos los rincones del éter, informaban a la población acerca de refugios, provisiones, generadores de electricidad, hasta recomendaban donde recoger sacos de arena para evitar inundaciones (intentando evitar que la gente se volcara en un unico lugar) y daban algunos consejos sobre la elección de las reservas alimentarias…
En Massachusetts lo primero que hicieron fue una conferencia de prensa organizada por la Agencia para el Manejo de las Emergencias en Massachusetts, para comunicar al público la información meteorológica más reciente.
En resumen, lo que dijeron fue: "Señoras y señores, buenas noches, interrumpimos el programa para decirles que se acerca un huracán. Esperamos fuertes vientos, nubes y lluvia... mucha lluvia "
Y claro: el pánico.
Mensajes procedentes de todos los rincones del éter, informaban a la población acerca de refugios, provisiones, generadores de electricidad, hasta recomendaban donde recoger sacos de arena para evitar inundaciones (intentando evitar que la gente se volcara en un unico lugar) y daban algunos consejos sobre la elección de las reservas alimentarias…
Las reservas alimentarias. No veas...
En la Universidad, el pánico fue parecido.
Nos llegó un mail que decía: "Hoy vamos a cesar las actividades a las 16:00. Debido a Earl podría haber complicaciones con el server central y si los daños se extendieran a los circuitos, el problema podría tardar horas, días, quizás semanas es solucionarse (semanas, meses, años... ¿es un uracán o el fin del mundo?). Cerrar los experimentos, salvadlos, quitad todos los enchufes ... se salve quien pueda.
No sé en el resto del territorio pero aquí, en Somerville, siquiera nos han proporcionado una bolsa de arena.
Earl se presentó un viernes.
En casa, el ambiente era muy relajado. Vivimos en un edificio de madera, sin fundamentos (no es broma! Incluso se podría coger toda la casa de peso y trasplantarla en otro barrio); está claro que si llega un huracán, se lleva a nosotros y a la casa sin problemas…
Nos llegó un mail que decía: "Hoy vamos a cesar las actividades a las 16:00. Debido a Earl podría haber complicaciones con el server central y si los daños se extendieran a los circuitos, el problema podría tardar horas, días, quizás semanas es solucionarse (semanas, meses, años... ¿es un uracán o el fin del mundo?). Cerrar los experimentos, salvadlos, quitad todos los enchufes ... se salve quien pueda.
No sé en el resto del territorio pero aquí, en Somerville, siquiera nos han proporcionado una bolsa de arena.
Earl se presentó un viernes.
En casa, el ambiente era muy relajado. Vivimos en un edificio de madera, sin fundamentos (no es broma! Incluso se podría coger toda la casa de peso y trasplantarla en otro barrio); está claro que si llega un huracán, se lleva a nosotros y a la casa sin problemas…
Por eso, con una flema típica de nosotros italoinmigrantes perezosos, hemos concluido: bueno, será lo que será, no?!
Y todo el mundo había vuelto a sus actividades.
Sólo de vez en cuando, nos reuníamos en el salón para escuchar la previsión oficial a la espera del inminente desastre.
A las seis de la tarde comienza el espectáculo: paulatinamente, una espesa capa de niebla empieza a cubrir Cambridge/Somerville. Tras media hora, ni siquiera veiamos el edificio en frente.
El resultado fueron dos chorros de lluvia, un poco de viento y un fuerte aumento de la humedad en la semana siguiente.
Un desastre anunciado, ya… que, sin embargo, nunca llegó.
De todos modos, los estadounidenses se prepararon como si existiera una imperiosa amenaza nuclear.
Y todo el mundo había vuelto a sus actividades.
Sólo de vez en cuando, nos reuníamos en el salón para escuchar la previsión oficial a la espera del inminente desastre.
A las seis de la tarde comienza el espectáculo: paulatinamente, una espesa capa de niebla empieza a cubrir Cambridge/Somerville. Tras media hora, ni siquiera veiamos el edificio en frente.
El resultado fueron dos chorros de lluvia, un poco de viento y un fuerte aumento de la humedad en la semana siguiente.
Un desastre anunciado, ya… que, sin embargo, nunca llegó.
De todos modos, los estadounidenses se prepararon como si existiera una imperiosa amenaza nuclear.
Escenas de histeria masiva en los supermercados: cartones de leche que desaparecían, huevos y papel higiénico asaltados. En las estanterias sólo se encontraban cajas de galletas de mantequilla, que destacaban por su triste soledad, mientras asistían al rapto que se hacía de los otros bienes de consumo, conscientes (las galletas) de ser superfluas.
Ya ... porque en un momento de crisis, el ser humano reconsidera sus prioridades.
Y las galletas de mantequilla ni siquiera entran en la top ten de los alimentos prioritarios.
Esto me hizo reflexionar sobre la ontología de la crisis.
Tengo un gran respeto por las lenguas y las culturas antiguas; pues, he buscado la etimología de la palabra crisis y resulta ser derivación de la palabra griega κρίνω que significa “decidir, juzgar”.
En efecto, un momento de crisis es un momento en lo que se enfocan mejor las elecciones y las prioridades.
Es un momento en que hay la oportunidad de un cambio, en que se distingue con mayor claridad e se juzga también con más conciencia.
Las crisis pueden ser de varios tipos: personales, sociales, filosóficas, ideológicas, políticas, económicas y todos los compuestos derivados que se pueden crear a partir de la unión "random" de dos de estos conceptos (etc político-económicas, socio-económicas, filosófico-personales) .. .
Pero, curiosamente, en nuestra burbuja occidental, una crisis, de cualquier tipo, sólo conduce a una forma deprimida de inercia.
La mayoría de nosotros, en tiempos de crisis, se detiene.
Se detiene y mira asombrado la ruina de un sistema, de una estructura. Al principio se activa pensando en soluciones radicales y luego ... nada.
Volviendo al ciclón, Earl pasó sin consecuencias significativas.
Volví al supermercado y todo parecía normal Los galones de leche estaban almacenados en cajas a lo largo de un pasillo entero, el papel higiénico se levantaba como a formar una muralla blanca y suave y al final de la estantería se podía ver, justo al lado de la sección de quesos, una pila de 2 metros de cajas de 12 huevos.
Sólo galletas de mantequilla ya no estaban.
Hemos vuelto a la normalidad.
Y es justo esto el problema.